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No das oportunidades a la semilla de mi egoísmo,
la poca pesadumbre ante mis migajas
convertidas en arrojos bondadosos perece de sentido.

Y no dejas sitio a la libertad
que tan buenamente me he ganado
a costa de tus caprichos sentimentales.

Tal vez el tiempo traiga guerras con bombardeos de verdades,
por ahora la nada es lo único que me consuela.

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