miércoles, 17 de septiembre de 2008

Chupasangre





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¿Cuantas veces
he de morir para
que abras las orejas?

tantas como vividor
para cobijarme
entre tus piernas.

Como una garrapata
me como tu sangre
y te dejo seca.

Si conmigo te vienes
me convierto
en grano gordo,
me inflo y exploto.

Y la sangre,
la sangre es marabunta
de nuestros niños
que vienen
a comerse la canción
hecha malamente
y bien promocionada.

Pan para hoy,
bollicaos para mañana,
mierda para los padres del ayer
con sus hijos del mañana.

niños garrapata

Y la Luna bajó para dejarme un condón,
pero como lo rechacé ha nacido el sol;

-y todo lo ha quemado-


¡Agua! ¡Dodotis!



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