martes, 21 de octubre de 2008

Levantarse todas las mañanas. I

.


Quiero soltar un canto a la esperanza

y me quedo mudo,

no luchamos nos lleva la inercia del tren,

tal vez no deseo ser hombre,

tal vez quiera ser cualquier cosa menos hombre.



Construimos al ángel con fusiles,

multiplicamos peces y los consumimos,

diseccionamos el planeta y nos peleamos.



Somos satélite en busca de su gravedad,

comemos niños y países y abandonamos los restos,

somos mapa ardiendo al viento,

el invento de alguien todavía peor,

y yo nunca viviré feliz.


.




8 comentarios:

  1. Ser consciente del dolor ajeno nos roba para siempre una parte de nuestra felicidad.

    ResponderEliminar
  2. Tampoco yo quiero ver tanto horror.
    Al final, para sobrevivir, nos tapamos los ojos y seguimos coceando el camino.

    ResponderEliminar
  3. Y pensar que cuando eres niño no imaginas la podredumbre real que es el mundo....besinos.

    ResponderEliminar
  4. Qué curioso tu blog, oigo guitarras cuando leo tus versos.

    Me ha encantado, saludos y aullidos.

    ResponderEliminar
  5. viste? de nuevo la cruel realidad se hace imágen en tus versos.
    Pero allí vivimos, en medio de esas y miles más.
    Sabés? no digas nunca, no lo digas...
    besos

    ResponderEliminar
  6. Joder, lo de comemos niños me ha parecido durísimo pero tristemente acertado. Hablamos de que la gente muere de hambre, pero no nos engañemos. Los matamos nosotros. Así de claro. En nuestras consciencias queda.

    ResponderEliminar
  7. Señor lobo vuelva que le añoro mucho. Deme palabras que el hambre aprieta. un besote

    ResponderEliminar

Ahora tú