.
¡Qué después de volar
tenga la tranquilidad
de poder acogerme
a la más acogedora
de las enmiendas!
he vuelto después
de bolis mil al bic,
poder acogerme al
regazo de tus piernas,
lo que hay entre la
derecha y la izquierda,
agarrarme al olor de
tu zumo más fresco,
aquel que me da calor
y me tranquiliza,
ese que necesito
como bebida energética,
fuel de mi poética,
de mis siestas más amenas,
tranquilas, reponedoras.
.
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Ahora tú