domingo, 7 de junio de 2009

La vara

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Por un instante, llegué a mantener

la hegemonía de la palabra.


Y mis castillos fuertes al viento,

mis posibilidades,

afligidas vertieron sangre.


En qué momento dejé de ser

el mayor accionista de mis

convicciones. Yo.


En qué momento, en qué

relación social olvidé

mis principios, eclipsado

por las toleracciones de

individuos que me idolatran.


Mandatario de muchos otros,

palabra del Señor, frontera

del verso en Anarquía.



Definitivamente, creé una rata,

equivoqué y creí en el hombre,

herré, fallo el pensarme Claudio.

Megacorporaciones apretando mi corbata

con cuentas suizas y pedrería a mi señora.

Y en esos elogios me apreté contra la crítica

de unos que no conoceré y otros que el papel

ahora no les toca. El pastel es nuestro.


Pasé de filósofo a caviar de la fiesta,

torné de inquieto a autómata con renombre.

Un trono dado, un esclavo, la comodidad

follándome bien follado.


Y aquí me encuentro revólver en mano

y con las posaderas violadas, no doy pan

al que pide y me agacho para el vecino

más fuerte; y siempre en la tele guapo.




***


Leí mis poemas de la adolescencia

y creí leer novela, vertí el contenido

de mis pinturas por el suelo de aquella

casa infesta de cálculos, lucí sangre en

el lavabo y barbas puse a remojar.

Rehogué al púgil momento y fragmenté

mi inquietud. Lista.


Familia, amistades, políticas sociales,

tratados impersonales, economía y

chavales por el parque; en la ventana...

les veo, ya perdí el norte...


Están por el sur. Arrieritos.


Familia, patrones, políticas sociales,

maquinaria pesada y telearmas al

tercermundista, droga para el ojo

y calmantes sociales.


A ver que empiezo de nuevo... me he

vuelto a perder.


Familia, patanes, políticas nacionales,

maquinaria pesada, viviendas descomunales,

droga para la retina, calmantes culturales,

versos rojos si no quieren los rosas, pienso

compuesto, famosos disparates, guiones para

los gendarmes.



Por un instante, llegué a mantener la hegemonía

de la palabra.


Las autoridades niegan todo.



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