miércoles, 10 de septiembre de 2008

Luz de sol muerto, III

.



Luminiscencia de sol difunto me abate
entre las nubes del suelo,
el cielo cerca de la extravagancia
choca con su hermano destino.

Sol, testigo y ayudante occiso,
parte de mi guerra de letras nerviosas.

Que cerca está el deseo en niño tonto,
a un petisuí de manos lascivas.

Tiempo atrás...

Me tomé dos infancias con hielo,
me sentaron mal.

Esa prenda me aprieta y no me deja,
está llorando a ladrillazos.

La máquina de colores no arranca,
y la estación es revulsiva y egoísta.

No llevo ticket estoy jodido,
el revisor corre como galgo cabrón,
la vida siempre que llega, llega con prisa.

Miro por la ventana,
han llovido señoras en el río
y resulta que los muñecos las
han recogido.

Cuando me apeo les saludo,
me reciben con bienvenidas
de trapo mojado,
con sonrisas de hilo chino
y ricos bocadillos de nocilla,
que maravilla.

¿No es más irracional el pasado?
no entiendes nada,
no te culpo.

Error mío una que pasaba.

Mil a la una!
mil a las dos!
adjudicado!
el cuadro es
para la neurona más gorda y tonta.

Enhorabuena, por cierto...
parece usted un haba estallada
en lágrimas de desquicio.

Bonito cuadro.

Y contra viento y marea
surgió de la plebe asfaltera
el loco pero cuerdo despeinado.

Cogió el lazo de tus recepciones
y al saludar al público se trabó.


De enlace a accidente...
de héroe a bobo.

Que le ayude tijeras de pétalo
si se concibe el nacimiento,
y que baile de felicidad,
sin cama de los silencios,
sin final feliz,
a una dimensión sin manual
de instrucciones.

-Tú ni me conoces ni me entiendes,
cierras,
y rezas a la tontería-









P.D. Qué bonito sería decir eso de:

-Comieron suave cercanía de postre-







.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ahora tú