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Voy a guardar mis lascivas pertenencias,
tanto de acción como pensamientos,
ofrecerlas gratis ya no me consuela.
Marchitar la pública ventana que tan
transparente me hace a ojos de los que
creen conocerme, y de tan poco y tanto
se quedan con nada, y he intentado hacerlo.
Es difícil conseguir sitio en las profundidades,
repelo la sociedad, es difícil llegar,
pero la decepción es tan pesada, me tiene tan cansado, me ahoga.
Alas.
Como he dicho, la decepción me tiene hasta la polla,
la comunicación más común igual.
Piénsalo.
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