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Asoman fantasmas si no estás tú
luz a la que tanto me costó llegar.
Tener un mal día y llegar a casa,
esperar encontrarme en no se donde
tu sonrisa, eso alza la esperanza,
aunque a los brazos no da consuelo.
Un día frío, helado, tirito en soledad.
Cosas buenas, cosas malas, miedo...
Debería probar a dejarme llevar,
quiero hacerlo, enervar mi peso y seguir
una corriente fresca sin contaminaciones,
en la que nadie pueda perturbarme con
la mirada siquiera. Nadie es nadie.
Ahora descansaré, es evidente que en el reposo
vendrás a mí. Seguro que me empalmo,
me correré para dormir, parches de la vida.
Me he dejado los anillos, cuídalos.
Colmillos.
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Ahora tú