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Voy a cuidar con buenas intenciones

todas las transparencias carnales que

tan delicadas y frágiles pueden ser como

lascivas y necesarias, tengo miedo a perder

lo que tanto tardé en encontrar, tengo

gratitud y ofrecimientos a quien de algo

me sabe apreciar por encima de lo marcado,

tengo toallas en el lavabo para secar las barbas

del vecino y las mías, pero guardaré una

en buen escondite. Tengo una pequeña idea

de lo que puede ser la alegría, el tejado tiene

tu cara pequeña calma, la añoranza la proporciona

la lejanía, no molestarse, es sólo tiempo.


Tiempo. Herramienta de trueque y en grandes

cantidades alimento para el olvido.


No. Dijo el quebrado músculo del pecho, la

polla también quiso su porción y adquirió su

protagonísmo, las delicadas contorsiones de

mi equilibrado fuego te quieren seducir con

gemidos poco masculinos pero sinceros,