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Brota la idiotez por tallos insinceros,
dilata abatido tu golpe
crecen nacimientos de pánico.
Acurrucadas en bailes nocturnos
cierran miradas de cuello vergonzoso.
Y yo reviento cuando veo tu cuerpo
¿acaso quisiste guerra fría?
tienes delante la bomba atómica
encerrada en tupperware barato,
mil infiernos guardados en el llanto
que está falto del buen cariño.
Tú desconoces y no entiendes,
soy nómada en busca de la confianza
eterna
echando de menos lo que nunca ha
ocurrido;
y es que no veo cabellos que aten al amante
ni cuerdas que acaricien hasta mi sol.
Silencio.
La paz en el tacón.
Lluvia de boca.
Reina de corazones
¿respetas o te burlas del fuego?
llegó la guerra civil de barbitúricos.
¡Quema las cartas y corre dulce pistola!
vuélame en pedazos de lágrimas al ruido,
¡quebranta el muro de abatidas voces mixtas!
¡no se quieren ni ellas mismas!
El estrépito no deja al arpa llegar,
el alboroto se niega a que sea feliz el instrumento.
Toca y seréname.
Y luego...
¿me dejarás desgastar el suelo?
házmelo saber escribe al cielo,
te espero en él a ras del suelo.
Deberías probarlo cama de los silencios,
deberías hacerlo cariño,
la gloria vive en lo desconocido..
miércoles, 10 de septiembre de 2008
El arropo del suelo, II
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